La luz y el Internet de las cosas

Bajo el epígrafe de Internet de las cosas, englobamos toda interconexión de objetos comunes y de uso cotidiano por medios digitales

Como ejemplo, podríamos hablar de la domótica o automatización de la vivienda. Mediante ella, puedes tener electrodomésticos equipados con dispositivos que permiten su monitorización remota e incluso su manejo a distancia. Pero, quizá, una de las revoluciones del Internet de las cosas está siendo la que afecta a la iluminación.

La luz y el Internet de las cosas

Avances en la iluminación propiciados por el Internet de las cosas

La iluminación es uno de los campos donde el Internet de las cosas te ofrece mayores aplicaciones, hasta el punto de que podría hablarse del «Internet de la luz». Ya hace tiempo que existen, por ejemplo, detectores de presencia que encienden las lámparas cuando hay alguien en la estancia, pero eso fue solo el principio.

La posibilidad de transmitir datos a través de la luz hace que las posibilidades de regulación y control de los sistemas de iluminación multipliquen sus funcionalidades y comodidad.

Aparte de la comodidad, la luz y la tecnología se unen para mejorar nuestro bienestar y nuestra salud.

En los hogares

En los hogares, la conectividad ya es presente y futuro. Tenemos la posibilidad de que todo nuestro sistema de iluminación esté monitorizado, de tal suerte que las luces se enciendan o apaguen automáticamente. Pero también de que ofrezcan mayor o menor intensidad en función de la hora del día y el brillo del sol. Gracias a ello, podemos ahorrar una cantidad considerable de energía y también de dinero.

Puedes aplicar estos sistemas de iluminación incluso a la seguridad. Ya existen dispositivos que hacen encenderse y parpadear la luz cuando detectan la presencia de un extraño en la casa. Y otros que hacen lo mismo cuando aprecian un exceso de humo, quizá provocado por un incendio. En otro sentido, también es posible programar las lámparas de la habitación para que se enciendan a la hora que quieres levantarte.

En las calles

Pero, si el Internet de las cosas es aplicable a la luz de las viviendas, también lo es a la instalada en vías públicas. Y en este campo aún estamos empezando. Las grandes corporaciones ya están creando dispositivos de control de la iluminación en las ciudades.

Cada punto de luz llevará incorporada una tarjeta sim que enviará información sobre su rendimiento y consumo, pero también acerca de incidencias tales como averías. Incluso, en ciudades como Oslo, ya se experimenta con farolas que solo se encienden cuando detectan la presencia de un peatón en la acera.

De este modo se hará una gestión más inteligente del sistema de iluminación que supondrá una reducción considerable en el coste de mantenimiento del mismo. Y, además, permitirá obtener un ahorro de energía de entre el 30 y el 40 %, con la mejora de sostenibilidad que ello supone.

También este alumbrado inteligente ofrece otras posibilidades. Mediante la agregación al mismo de ciertos dispositivos, podemos monitorizar la calidad del aire, controlar el volumen de personas o dirigir el tráfico y los estacionamientos.

En definitiva, el Internet de las cosas está abriendo un sinfín de posibilidades en lo que respecta a la iluminación tanto de las viviendas como de la vía pública. Gracias a él, podrá realizarse una gestión más inteligente de la luz obteniendo un importante ahorro de energía.

Más información:

Bienvenida comodidad: sistemas de regulación y control de la iluminación.

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