Trucos para iluminar correctamente un dormitorio
En las viviendas actuales, los dormitorios cumplen más de una función. No son solo las estancias para descansar y dormir. También es la habitación donde te vistes, lees o ves la televisión. Y, en los caso de las habitaciones infantiles, los usos del dormitorio se multiplican, ya que son los lugares donde los pequeños juegan, estudian y se reúnen con los amigos.
Por eso, te ofrecemos los trucos necesarios para que puedas ambientar correctamente el dormitorio y conseguir una iluminación acogedora y decorativa.
Cómo iluminar un dormitorio
La opción más decorativa y funcional es instalar varios puntos de luz que cubran tus diferentes necesidades.
En el dormitorio hay que tener cuidado con los deslumbramientos de luces directas colocadas sobre la cama.
En este sentido, las luminarias con pantallas o bombillas ocultas emiten una luz más tenue y cálida.
Puedes colocar una lámpara de techo, para conseguir una iluminación general. Utilizarás esta luz cuando te vistas, limpies o hagas la cama. Elige una lámpara acorde con el estilo decorativo del resto del dormitorio.
Coloca en el techo focos dirigidos a los espacios de almacenaje, para encontrar rápidamente lo que buscas. Armarios, cajoneras y cómodas estarán más ordenados, si dispones de una correcta iluminación. También puedes colocar sistemas integrados en los cajones y las estanterías, como tiras de led que se enciendan al abrir los armarios.
Si eliges focos orientables de superficie, calcula bien las distancias para que las puertas de los armarios puedan abrirse sin problemas.
Junto al cabecero de la cama, coloca lámparas de luz suave que te permitan leer o ver la televisión. Puedes elegir lámparas de sobremesa con pantallas pequeñas sobre las mesillas de noche o colocar apliques, directamente, en la pared.
Coloca lámparas orientables en la cabecera de la cama, si eres aficionado a leer antes de dormir.
Cómo iluminar los dormitorios infantiles
Iluminar las habitaciones de los más pequeños es importante, para que se sientan cómodos cuando estén en ellas. Para los niños, su habitación es su mundo, y por ello están llenas de magia y sueños. En ella pasan una gran parte del tiempo que están en casa y desarrollan numerosas actividades.
Coloca una lámpara central en el techo, que puedes sustituir por un plafón. Esta luz será la que se encienda, al llegar a la habitación o limpiar. Por eso, debe tener la potencia suficiente para que no se produzcan sombras ni espacios oscuros. Asegúrate de colocarla a una altura suficiente, para que el niño no pueda llegar hasta ella.
En las habitaciones infantiles (sobre todo, las de los niños muy pequeños), debes evitar lámparas que se puedan romper.
Recuerda por optar siempre por materiales resistentes a los golpes y que es conveniente tener pequeñas luces cálidas para la noche.
Lámparas de colores y de formas divertidas aportan un tono desenfadado a estos espacios.
Lámparas de techo de luz difusa se combinan con apliques, sobremesas y luces quitamiedos.
Más ideas para habitaciones infantiles, aquí.
Iluminar una habitación juvenil
A medida que los niños crecen, será necesario iluminar el escritorio, para habilitar la zona de estudio.
Para los estudiantes diestros, la luz debe provenir de la derecha; y, al contrario, para los zurdos. Elige, además, una lámpara orientable que pueda iluminar la zona que se necesite en cada momento.
Las lámparas de estudio deben ser flexibles y orientables.
Es habitual que los jóvenes quieran desmarcarse un poco, por lo que es conveniente dejarles participar en la decoración de su santuario particular, recordando siempre que hay que tener luz suficiente para todas las actividades: estudiar, leer, jugar y descansar.
Una correcta iluminación de tus dormitorios conseguirá crear un ambiente acogedor. Recuerda que, para cada actividad, hay un tipo de luz determinado.