Claves básicas de decoración II: principales problemas a resolver a la hora de decorar un espacio
Después de haber estudiado las necesidades del espacio a decorar (ver ‘Claves básicas de decoración I: cinco pasos para analizar el espacio a decorar’), hay que ir resolviendo los posibles problemas que puedes encontrar en cuanto a:
- Características del espacio.
- Luz natural.
Características del espacio
Un espacio pequeño puede resolverse creando la ilusión de más espacio mediante colores muy claros tanto en techos y paredes, mobiliario y tapicerías.
Es mejor reservar los colores vivos para los textiles y los detalles de decoración. En este caso menos es más: el empleo de piezas justas y de varios usos se vuelve indispensable -como camas con cajoneras o mesas plegables-.
Ganarás amplitud añadiendo más iluminación artificial.
En cambio, un espacio excesivamente grande puede parecer demasiado vacío y frío.
Usa mobiliario proporcionado con las dimensiones y crea mini zonas con la distribución de los muebles. Hará que parezca más acogedor y te ayudará a aprovechar mejor la estancia.
Ante un espacio irregular, resulta fundamental encontrar un equilibrio entre las formas.
Si la habitación tiene muchas puertas y esquinas, utiliza tonos neutros en las paredes y el color en los muebles.
Ante una distribución en forma de L, puedes mantener la misma tendencia en toda la habitación para conseguir una mayor uniformidad del espacio.
Luz natural
Ante un problema de falta de luz natural, hay que analizar el uso que vamos a dar a la habitación.
Puedes potenciar el lado íntimo y oscuro de la habitación, si se va a utilizar el espacio como vestidor o sala de televisión.
En este caso, son adecuados los tonos oscuros, las telas pesadas y mullidas y la iluminación artificial será nuestra principal fuente de luz.
Si se trata de un espacio de mayor uso o simplemente se quiere crear una atmósfera más animada y ligera, puedes maximizar la luz natural disponible con colores claros y telas más ligeras, claras y transparentes, que permitan filtrar y reflejar tanto la luz natural como la artificial.
Ante un exceso de luz natural, evita el uso de blancos y colores excesivamente pálidos. Las tonalidades frías y los tonos oscuros absorben mejor la luz.
En definitiva, para una distribución armónica hay que tener clara la distribución de muebles y luminarias, así como la relación entre todos los elementos.