Luz para definir espacios

Para decorar tu hogar y sacarle el máximo partido seguramente prestes una especial atención a los objetos de decoración y a los textiles, pero probablemente las lámparas o, mejor dicho, la luz que generan las lámparas no estén entre tus prioridades.

Este es un error muy común, ya que una iluminación permite crear un entorno mucho más agradable.

Luz y arquitectura

A pesar de su intangibilidad, la luz constituye un elemento constructivo más. Ayuda a delimitar espacios, a trazar recorridos y a crear efectos ópticos. Gracias a la luz, los espacios pueden parecer más amplios, los techos más altos. También determina los volúmenes, en su juego de luces y sombras, o muestra espacios planos.

Luz para definir espacios

Trucos de decoración: crea ambientes distintos

Define la estancia que quieres iluminar sobre el papel, reproduciendo el mobiliario que tengas y la posición de las ventanas. Por ejemplo, en una sala de estar se puede definir un rincón de lectura o relajación en una butaca, una zona de conversación o reunión alrededor de la mesa, un espacio para ver la tele y otro donde ubiques la librería.

Este es el momento de preguntarte qué ambiente quieres y cómo puedes sacarle el máximo provecho a la luz natural, por ejemplo teniendo en cuenta cómo los colores la absorben: en una habitación oscura necesitas varios puntos de iluminación que den vida a la estancia.

Hay una regla no escrita que funciona para cualquier estancia y dice que para tener una correcta iluminación se necesitan al menos 5 puntos de luz. De esta forma tendrá más vitalidad. En ocasiones no se pueden poner más que dos puntos, en cuyo caso deberías escoger una fuente de iluminación extra dependiendo de la estancia.

Tipos de luces

Luz cálida

Se utiliza para ambientes relajados, cómodos y agradables, por ejemplo el comedor, salas de estar y los dormitorios. Tiene un efecto relajante y ayuda a resaltar texturas, objetos y el color de la pared.

Luz neutra o de día

Una luz neutra es ideal para reforzar la luz natural de un espacio bien iluminado. Este tipo de luz mejora la productividad y es perfecta para la cocina, la sala de entretenimiento o para combinarla con luces cálidas o frías.

Luz fría

Se percibe como azul y se usa en los espacios donde hay mucha circulación. Es la más estimulante y nítida de los tres tipos pero su mayor desventaja es que si te expones a ella durante varias horas te produce mayor cansancio.

Crea un ambiente dinámico y fresco. Se utilizan en espacios donde necesitas sentirte activo, como por ejemplo el baño.

¿Cómo puedes reconocer las luces?

En una lámpara LED debes prestar atención a la temperatura, que aparece medida en grados kelvin con un número seguido de la letra «K». La tonalidad varía según la siguiente escala:

– Luz blanca cálida: 2100k y 2400k.

– Luz neutra: 2700k es una luz cálida pero algo neutra, 3000K es neutra y 4000L es una luz cálida con tintes de luz fría.

– Luz fría: 6000k.

Con el juego de luces para definir los espacios podrás establecer las atmósferas más adecuadas y personales en cada uno de los rincones de tu hogar.