Cómo elegir una luminaria
Cómo elegir una iluminación suele producir más de un quebradero de cabeza. Tienes que hacer el esfuerzo de imaginar la luminaria en el entorno en el que irá.
Funcionalidad y estética son los factores principales a la hora de elegir una buena luminaria.
La clave está en elegir una pieza que nos aporte la cantidad de luz necesaria, que se adapte a las dimensiones del entorno, que sea fácil de mantener y limpiar, sin renunciar a la estética que hará que se integre en el espacio como un elemento decorativo más.
Una correcta iluminación resalta el espacio y el resto de los elementos decorativos, por lo que constituye un elemento determinante en la decoración de cualquier habitación.
La elección de los colores -tanto de las luminarias, como de la luz: luz más cálida o luz más blanca- dependerá del ambiente que quieres crear.
Si se necesita ganar en amplitud, lo mejor es elegir piezas claras que sumen luz al ambiente.
Las luminarias de colores son ideales para aportar color, contrastes y frescura.
Las luminarias más oscuras o de menor potencia son perfectas para crear ambientes íntimos y relajantes.
Por último, una buena iluminación debe contar con tres tipos de luz:
- la luz general (con puntos de luz de techo o pared),
- la puntual o de acento,
- y la indirecta o ambiental (con lámparas de sobremesa, de suelo o suspendidas).
Mezcla luces que procedan de diversos planos y busca un equilibrio, sin que haya demasiada luz ni sensación de que falte. En ambos casos aumenta la fatiga visual y se resta confort visual.
Con este pequeño truco lograrás un ambiente agradable y bien iluminado.
Recuerda que a veces basta con añadir una luminaria de sobremesa o un pie para conseguir esa cantidad de luz que falta.